La velada estuvo buena, chévere como digo siempre. Se tiene que decir que fuimos por hot wings, pero en fin, todo mundo sabía que era una excusa. Aunque en realidad disfrutamos las benditas alitas. Cervezas vinieron y mis Stella con ellas, después de dos semanas sin tenerla en mi poder, por fin, mi Stella había regresado a mi. Y la velada pasó como vienen las rondas de cervezas y con ellas los tequilas, aunque dijo el gringo que nos había pedido agua para nosotros, a excepción de uno de los vasos que, según él, si era tequila y lo pidió así para 'ella'. Detuve a uno que está por casarse de hacer tontería y media, ¿por qué lo hice? ni idea. ¿Será que después de todo si me importa el amor? ¿Deberé decir ahora que sí creo en ello? Bueno creo que siempre me importó, total al final, a tomo mundo le importa. No detuve a la una, por que ya estaba ocupado con un objetivo un tanto más altruista, además la otra persona no estaba por casarse. El asunto es que la una estaba en un estado irrecuperable, para la carga alcohólica ingerida claro, y pues yo que no soy santo de nadie (¿?) no luché por rescatarla de aquel espectaculete, si se puede permitir la dichosa palabra.
Ya van dos botellas de agua y aún tengo sed. Qué oportuna la gente del hotel el haberme dejado agua en la refri, como si me hubieran leído el futuro. Qué tal resaca la que estoy pasando ahora.
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