El tema viene por la boquita de caramelo que tienen muchos de nuestros personajes públicos políticos y afcionados políticos en los últimos tiempos. Todo el gallinero se alborotó debido a que Humala salió con una perla más, así que media cucufatería peruana no vió mejor ocasión que salir en televisión a desproticar, cual prensa estúpida de por medio.
[Crítica] «Tres amigas», de Emmanuel Mouret
Hace 1 semana
No comprendo como todos hacen frente común para joder a Humala, q de por si ya está muy jodido, pero cuando los otros zanganasos sueltan la sinhueso sin ningún reparo, ahí no pasa nada, absolutamente nada. Casi todo queda en paños tibios. Mal, estamos hasta las patas. Deberíamos er justos con todos.
ResponderEliminarSer justos?, muy utópico. Pedirle a la prensa peruana, una de las más cochinas del mundo, q se comporte de manera transparente y bajo una pluridad implacable, es imposible. Acá en la tierra de los comechados y los amigos de los amigos, pedir que alguien respete los principios de su profesión es como pedirle a un borrego que cocine pizzas, así de rocota es nuestra situación.
ResponderEliminarTamos jodidos, nadie cree en algún cambio. Será que todos son buenos hata q entran en esta carrera por el poder?
ResponderEliminarTodos decimos palabras bravas de vez en cuando, la vaina está en que en TV ya se ve feo, plop!!!, lo peor es que por TV y si es el de la oposición quién lo dice, se vuelve todo un cirquete de lo más escandaloso. Si seremos.
ResponderEliminarO sea, todos son buenos hasta que se vuelven políticos ¿?, puede ser interesante punto. Yo me considero, buena gente, pero si entro en competencia x lo q sea, ahí me pico un poco y pongo más coraje para ganar esa competencia. Supongo que en política será peor
ResponderEliminar...yo no sé que soy, pero de una cosa estoy seguro: no me metería en política.
ResponderEliminarHasta que punto podemos aceptar la hipocresía de no hablar así ante las cámaras o en voz alta, pero en cambio si lo hacemos en voz baja o con nuestro aigos ahí si no pasa nada. ¿Es válido encontrar un punto que ponga el límite de cuándo y en dónde vociferar lisurotas y adejtivos "bravos" o simplemente nuestro ideario debiera ser ni pensar decir palabras tan bajas? No lo entiendo, hasta en la indignación de blogs y prensa por este desequilibrado llamado de atención es un tanto hipócrita...
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